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Gentleman´s Club, la prostitución a través de la cámara de Cristina de Middel

Las prostitutas siempre han sido musas de muchos artistas. Marginadas, vilipendiadas durante toda la Historia, es cierto que también ha habido creadores y genios que las han tomado como inspiración. Podemos acudir a la París de finales del siglo XIX y principios del XX para encontrar, en los cabarets de Mortmatre, a todo tipo de literatos y pintores embaucados por estas chicas. La prostitución es uno de los oficios más antiguos que existen y ha logrado pervivir incluso en las épocas más oscuras y problemáticas de la sociedad. Esto significa que siempre ha habido demanda de este tipo de servicios, aún en los peores tiempos, en los momentos más apocalípticos como guerras, pandemias y hambrunas. El deseo del hombre de entregarse al placer con una mujer, aun teniendo que pagar por ello, es muy superior a la moral y a la ley. Las cosas siguen igual a día de hoy, con la mayoría de prostitutas teniendo que adaptarse a esta vida al margen de la sociedad.

Sin embargo, siempre se pone el acento en ellas, cuando en realidad, la verdadera responsabilidad de su situación está en los propios clientes. Desde hace unos años, las diferentes campañas antiprostitución también abogan por incidir en lo pernicioso de contratar estos servicios. Y es una realidad, con solo ver la de redes de esclavitud sexual que hay por todo el mundo, por culpa de ese deseo masculino. Sin embargo, muchas mujeres también sobreviven gracias a estos servicios sexuales. De no ser por ese trabajo, tal vez estarían en una situación incluso peor. Y hay muchas chicas que, por propia voluntad, se deciden a entregarse al placer de esta manera, implicándose como amantes profesionales. Los clientes vienen y van, y luego son las historias de estas chicas las que permanecen, las que se cuentan. Sin embargo, cada vez son más los autores que están interesándose por las historias de los hombres que las contratas. ¿Es la imagen del putero salido y machista tan evidente como parece? La fotógrafa Cristina de Middel ha decidido mostrar esa otra cara de la prostitución en su trabajo Gentleman´s Club, un recorrido de más de siete años por los burdeles españoles.

Una reconocida fotógrafa española

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Nacida en Alicante en 1975, Cristina de Middel se ha convertido en una de las referencias dentro de la fotografía documental española. La artista estudio fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona y comenzó una carrera fulgurante que la ha llevado por varios países, desde Brasil a Estados Unidos, pasando por supuesto por España. Ha trabajado para distintas empresas y organizaciones, también como fotoperiodista en distintas ONGs. En el año 2017 consiguió el Premio Nacional de Fotografía por su trayectoria, que incluye premios internacionales y exposiciones en museos muy prestigiosos. De Birmingham a Valencia, pasando por Madrid o Roma, Cristina ha expuesto en decenas de museos y colecciones.

También ha publicado numerosos libros de fotografía periodística y documental, destacando The Afronatus, realizando en Zambia en 2012. Aquel primer lanzamiento recibió unas críticas excelentes y fue nominado a diversos premios a nivel internacional. Desde entonces, de Middel se ha destacado por el uso de la fotografía como medio para cuestionar la propia realidad, la veracidad de los contextos y los relatos que se nos cuentan incluso con imágenes. En 2022 asume el puesto de Presidenta dentro de la Agencia Magnum, una de las asociaciones más prestigiosas dentro del fotoperiodismo mundial. Con este currículum, es lógico que cualquiera de sus proyectos levante muchísima expectación.

Siete años fotografiando a prostitutas y clientes

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Middel comenzó el proyecto de The Gentleman´s Club en 2015, siendo ya una reputadísima fotoperiodista. A lo largo de siete años, la alicantina recorrió diversos burdeles, tanto en España como en otros países, reflejando la otra cara de la prostitución, la de los puteros. Los clientes que acudían a este tipo de lugares solían ser muy celosos de su intimidad, por motivos obvios, pero algunos se dejaban fotografiar. Middel lo explicaba de una manera muy sencilla, arguyendo que siempre se ha focalizado la atención de este oficio en la mujer, cuando la prostitución no existiría si no fuera por el deseo del cliente, en su inmensa mayoría varón. Es algo que además se ha expandido por todo el mundo, incluyendo los lugares donde la religión sigue prohibiendo este tipo de servicios con duras penas.

Ese cambio de foco es lo verdaderamente interesante de un proyecto que puede parecer típico, en el sentido de tomar la prostitución como temática, pero sirve como vuelta de tuerca. De hecho, aparecen algunas prostitutas, pero no son las protagonistas de las fotografías, porque de Middel también ha intentado focalizar la atención en los clientes. Era revertir los roles dentro del negocio, y mostrar a aquellos que estaban dispuestos a pagar por disfrutar del placer. No se ponía más contexto que la simple fotografía del putero. Sin explicaciones, sin historias anteriores… Simple y llanamente una imagen, reflejando una realidad… o una parte de ella, al menos. Los clientes fotografiados recibían 50 euros si mostraban su rostro, o 25 si se quedaban en el anonimato.

Una exposición con un claro mensaje

La exposición Gentleman´s Club se estrenó en el CCCC, el Centro del Carme de Cultura Contemporánea de Valencia, en 2022. Evidentemente, la serie de Cristina de Middel provocó un gran alboroto por su temática, aunque no era la primera que trataba sobre la prostitución. La exposición estuvo durante varios meses y fue visitada por miles de personas, recibiendo críticas muy positivas. De Middel se mostraba orgullosa de su trabajo y sobre todo, del mensaje que estaba mandando, confiando en que calara también en el resto de la sociedad, incluyendo a los hombres, por supuesto. La prostitución es, como el sexo, cosa de dos, y aunque siempre se señale a las mujeres por ser las que se “venden”, el que compra tiene también la misma responsabilidad.

Las fotografías quedaron expuestas en el CCCC durante unos meses y luego pasaron a formar parte de otras colecciones, en diferentes ciudades del planeta. Cristina de Middel siguió participando en numerosos proyectos, ahora con la responsabilidad de ser también la directora de la Agencia Magnum, y convirtiéndose en una de las fotoperiodistas más destacadas del país. La visión de estas fotos, de los rostros y cuerpos de los hombres, supone también un paralelismo claro a la manera en la que se suelen fotografiar a las prostitutas. El deseo enfrentado a la necesidad, a la supervivencia. La concepción del sexo como una obligación, no como un placer, buscando la manera de llevar esa expresión más allá. Gracias a Gentleman´s Club, Cristina de Middel ha logrado darle un nuevo giro a esta temática, tremendamente interesante y locuaz, al enfrentar realidades que se tocan, pero que son muy diferentes.