Menu

Sesión de fotos en la playa, la magia del sol, el mar y la arena posan ante tu cámara

A lo largo de los años que he trabajado en el mundo de la fotografía y de la producción audiovisual no han sido pocas las personas que me han pedido una sesión de fotos en la playa. De algún modo se sienten atraídos por la magia del extenso mar, por la arena infinita y por el bienestar que el sol aporta a sus cuerpos. En mi opinión, la suma de todos estos elementos conforman un increíble paisaje ideal para realizar fotografías.
Sin embargo, no todo vale. En todo este tiempo quiero creer que me he curtido en esto de la fotografía, y he descubierto que el simple hecho de ir a la playa y realizar fotos a lo loco no te convierte en un buen fotógrafo. En mi opinión (escucharéis mucho esta frase en los posts de mi blog pues, como habréis podido comprobar, este es un proyecto bastante persona hay que tener bien en cuenta una serie de circunstancias antes desacar tu cámara y ponerte a realizar fotografías. Hay muchísimas cosas que un fotógrafo profesional debería tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una sesión de fotos en la playa, pero si las enumerase todas estoy seguro de que me quedaría sin espacio de almacenamiento en la web (lo siento, nunca he tenido un gran sentido del humor, también os daréis cuenta a lo largo del blog), así que hoy me gustaría hablar de algunos de ellos y de mi experiencia durante todos estos años realizando este tipo de fotos.

¿Amanecer o atardecer?

Este consejo es importante, no sólo cuando hagamos una sesión de fotos en la playa, sino en cualquier otro sitio. ¿Qué clima hará ese día? ¿Prefieres tus fotos al amanecer o al atardecer? La posición del sol y el tiempo que haga en ese momento será algo definitorio en la calidad de tus fotografías en la playa. Sin embargo, esto se aplica también a todas aquellas fotos realizadas en entornos naturales. La iluminación en el exterior es, en mi opinión, un cincuenta por ciento de todo cuanto podría dotar a tus fotografía de la calidad que estás buscando.
Una vez hayamos acudido a la playa tras haber planificado nuestra visita, debemos tener bastante cuidado con la exposición. Realizar las fotos con nuestra cámara en modo manual (un modo en el cual recomiendo trabajar siempre) te ayudará a poder jugar con la velocidad de disparo y la apertura y obtener diversos resultados con diferentes grados de luz.
En este tipo de fotografías es importante tener bien en cuenta el Balance de Blancos, por ello también aconsejaría ajustarlo y elegir uno que mantenga el tono cálido para que nuestro amanecer o nuestro atardecer no pierdan el encanto que estamos buscando.

Juega con la perspectiva

¡Estas en la playa, disfrútalo! Basta del convencionalismo de realizar fotos de pie. Juega con diferentes perspectivas, saca fotos desde el suelo o desde cualquier ángulo y posición que se te ocurra. Es probable que así consigas estupendas fotografías que nunca imaginaste realizar. Recuerda que las perspectivas que no son muy comunes pueden dar un aire de frescura y atracción a tus fotografías en la playa.

Usar el primer plano para captar detalles

La playa es un lugar en el que podrás encontrar cientos de detalles fascinantes: los granos de la arena, conchas y moluscos en la orilla del mar, rocas, increíbles animales marinos bajo la superficie de las aguas (hablaremos más adelante de cómo realizar vídeos y fotografías acuáticas)… Por ello, incluir en primer plano alguno de estos elementos ante un magnífico fondo de belleza inefable es una técnica que, personalmente, siempre me utilizo.
Con los retratos es igual de efectivo, si vas a realizar una fotografía en primer plano a una persona juega con la apertura del diafragma para que la profundidad de campo no sea excesiva. Eso sí, si se trata de un retrato intenta evitar que haya algún elemento o persona de fondo que pueda desviar la atención y, por lo tanto, estropear nuestra foto.

¡Cuidado con el equipo!

¡La regla de oro! Aunque puede parecer algo de lo más obvio recuerda que la playa es uno de los lugares en los que más dispositivos se estropean. La posibilidad de que pequeños granos de arena se introduzcan en nuestro caro equipo o de que la cámara caiga accidentalmente al mar es algo que podría fastidiar no sólo la sesión de fotos en la playa, sino también nuestro bolsillo, pues a estas alturas sabrás que este tipo de material no es para nada barato. Por eso, nunca me cansaré de recordar la importancia de cuidar nuestro equipo, ya sea en la playa o en cualquier otro lugar.