¿Vas a viajar a Egipto? ¡No olvides tu cámara!
Hace poco tuve la oportunidad de viajar junto a mi gran amigo Eduardo (si lees esto, Eduardo, sigo agradecido por hacerme partícipe de esta gran experiencia) y volví a España embriagado de la grandiosidad de esta tierra. Por suerte pude capturar algunos de los mejores momentos vividos con mi cámara de fotos, y modestias a parte, algunas de ellas son tan fascinantes que me he visto obligado a imprimirlas a una escala considerable y colgarlas en el salón de mi propia casa. No conocía mucho de Egipto salvo por los libros que he leído y por los trabajos realizados por otros compañeros de profesión, de los cuales he podido disfrutar durante mis más de doce años como fotógrafo. Así que se podría decir que, en cierto modo, acudí a esta tierra prácticamente virgen. Lo que descubrí allí me dejó sin aliento (y no sólo por el asfixiante calor). Grandes monumentos, áridos desiertos, imponentes templos, ¡el río Nilo!… Ante la presencia de todos estos lugares mágicos solamente podía hacer una cosa: sacar mi cámara de fotos.
Abu Simbel, fotografía la historia
Quizá conozcas Abu Simbel como el Templo de Ramsés II. Este lugar es la materialización de la adoración que sentían los egipcios por sus Dioses, y su intención al construirlo fue convertirlo en lo que sigue siendo a día de hoy: un templo de lo más imponente ante los ojos de cualquiera que decida acercarse a él.
Estos templos están excavados en la propia roca, y su tamaño es realmente abrumador. A pesar de haber sido trasladado para evitar que se inundara con la presa, se encuentra en muy buen estado de conservación. Además, después del atardecer suele organizarse un espectáculo de luz y sonido que es realmente impresionante.
No dejes de fotografiar las enormes estatuas que custodian este imponente lugar.
El Nilo, una visita obligatoria
Si buscas un paisaje sin igual debes visitar el río Nilo de forma obligatoria durante tu visita a Egipto. En ella podrás realizar las mejores fotografías de paisajes y descubrir por qué este río es tan importante para los egipcios. Para visitarlo, contratamos un crucero y, junto a otros muchos turistas, pudimos disfrutar de una experiencia memorable que, personalmente, nunca olvidaré.
El Cairo, la capital de Egipto
La capital de Egipto está llena de gente y movimiento. Allí encontré algunos comercios muy interesantes y pude disfrutar de la buena gastronomía egipcia (por favor, por favor, por favor, probad el Mansat.
Allí os recomendaría realizar un tour completo, podréis sacar muy buenas fotos en la Ciudadela de Saladino, el mercado de Jan el-Jali y en el Museo Egipcio, en donde descansa el famoso tesoro de Tutankhamon, ¿puede haber algo más impresionante que esto?
¡Ni se te ocurra perderte las pirámides de Giza!
¿Y cómo iba a perderme las imponentes pirámides de Giza? Aún a día de hoy su construcción sigue siendo un auténtico misterio. De hecho, muchos creen estas majestuosas pirámides egipcias son de origen extraterrestre ¿os lo imagináis? El caso es que a Eduardo y a mí nos cambiaron el vuelo de vuelta a España, así que aprovechamos para acudir a las enormes pirámides y disfrutar de un atardecer perfecto.
Debo decir que es una zona que normalmente está bastante transitada por los turistas. Aún así es impresionante el poder estar frente a unas construcciones de tales dimensiones de hace cinco mil de años, sintiendo que gran parte de la historia había transcurrido allí. La gran Esfinge no es menos imponente, y el estar a su lado hace que seamos conscientes de lo pequeños que somos. Me gustaría ser más descriptivo no sólo al hablar de las pirámides de Giza sino del país en general, pero es una experiencia que deberíais vivir personalmente.