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Abrir un estudio fotográfico ¿por dónde empezar?

La fotografía sigue siendo hoy por hoy uno de los artes más expresivos que existen. Capturar un momento concreto y pararlo en el tiempo para siempre, como un recuerdo imborrable, ha hecho que muchos sientan auténtica pasión por eso de hacer fotos, y lo conviertan, de hecho, en su modo de vida. Claro que no siempre este trabajo es tan espectacular y ambicioso. A veces, los fotógrafos tienen que hacer sesiones mucho más básicas, para promociones de productos, o sencillamente, books que no les añaden demasiado a su experiencia vital. Sin embargo, como cualquiera persona, tienen que pagar facturas y comer, así que el trabajo es trabajo, y normalmente, suelen montar estudios fotográficos para concentrar ahí toda su actividad con la cámara.

Los profesionales de la fotografía suelen tener un estudio, aunque sea pequeño, para realizar las tan manidas sesiones en interior. Aunque en muchas ocasiones el cliente busca sesiones al aire libre, lo cierto es que todavía se dan mucho ese tipo de sesiones con telas blancas o negras, o incluso con croma, para poder luego editar la fotografía en condiciones. Además, el estudio funciona como centro neurálgico de la actividad del fotógrafo, un lugar en el que puede trabajar y concentrarse al cien por cien. Si estás pensando en montar tu propio estudio fotográfico y tienes dudas sobre cómo hacerlo, o cómo conseguirlo de la manera más sencilla y eficaz, aquí te dejamos algunos consejos que seguro que te serán tremendamente útiles, para comprender todo lo que supone abrir un negocio de este tipo.

¿Qué se hace en un estudio fotográfico?

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Básicamente, el estudio fotográfico es la oficina de los profesionales de la fotografía, el lugar donde trabajan de puertas para adentro. Allí editan sus sesiones, graban pequeños spots en video, siempre que sean en interior, y realizan también books a productos o incluso a personas, dentro de sus propias instalaciones. Existen diferentes tipos de estudios fotográficos, porque en algunos de ellos también hay una tienda donde puedes comprar productos de esta tipo, o sacarte tú mismo las fotografías que llevas en un soporte digital, para imprimirlas. Sin embargo, la parte importante de un estudio de fotografía es la que atañe al trabajo del propio fotógrafo, que se dedica a perfilar y mejorar sus sesiones aquí.

En muchas ocasiones hay solo una o dos personas trabajando en un estudio fotográfico, sobre todo si son pequeños. Una atendiendo al público que pueda llegar, para informarse de las condiciones de las sesiones y demás, y otra sencillamente editando fotografías que ya se han hecho, en exteriores o interiores, para dejar el trabajo finiquitado y entregarlo en el plazo establecido. Debes buscar, por tanto, un espacio que sirva tanto para atender al público, con un mostrador, una caja, algunas estanterías… y luego también otro espacio diferente, algo más alejado, que sirva como despacho, o sala de edición, donde tendrás el equipo informático que utilizarás para editar tus sesiones y fotografías, en un ambiente de relativa tranquilidad, sin que tengas que estar parando cada cinco minutos.

Qué se necesita para hacer un estudio fotográfico?

Para montar un estudio de este tipo necesitaremos hacernos con un buen material, sobre todo fotográfico, claro está. Empezando por un equipo informático potente para la edición de fotografías, algo indispensable y que conviene tener no solo en el estudio, sino también en nuestro hogar, por si ocurre alguna emergencia. De la misma forma, compraremos un par de impresoras, una algo más pequeña, de buena calidad, para sacar nuestras propias fotografías, y otra más grande, de tamaño industrial, para sacar en la mejor calidad posible las fotografías de las sesiones y crear así los álbumes que luego entregaremos a los clientes. De la misma forma, tendremos que hacernos con un buen puñado de cámaras.

Además de la que llevemos siempre, por costumbre, dejaremos una exclusiva para realizar las sesiones en el estudio, desde esas fotos de carnet tan manidas hasta las sesiones que requieran mucha más implicación. En el lugar donde tengamos ese espacio para las sesiones, que debe ser relativamente amplio, mínimo de unas 12 o 15 metros cuadrados, colocaremos igualmente varios focos y luces diferentes, para conseguir el efecto deseado cuando estemos realizando las sesiones en ese lugar. La iluminación es imprescindible para unas buenas fotografías, así que no escatimaremos en este sentido. Compraremos igualmente una vitrina o estantería con marcos y material fotográfico a la venta, si queremos ofrecer también ese servicio al público. Para ello necesitaremos un espacio dedicado a la atención, con su mostrador, su caja registradora, etc…

¿Cómo iniciarte en el negocio de la fotografía?

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Si eres un apasionado de la fotografía pero todavía no has dado el paso para convertir esa pasión en tu profesión, tal vez te estés planteando cuál es la mejor manera de conseguirlo. Bien, iniciarse en la fotografía no requiere de muchos medios, pero sí de mucha actitud, esfuerzo, paciencia y sobre todo profesionalidad. Podrás ir ganando experiencia, haciendo sesiones a algunos amigos y conocidos, y editándolas en tu propia casa. Cuando ya tengas un book interesante que mostrar y hayas conseguido ahorrar algo de dinero trabajando de esa manera, mucho más económica, podrás dar el salto y abrir tu propio estudio de fotografía, para buscar nuevos horizontes en este trabajo que, aunque complicado y muy competitivo, es absolutamente apasionante.

Conseguir clientes para tu estudio

En cualquier negocio es complicado dar los primeros pasos, eso siempre es así, pero en el de la fotografía, además, tenemos el hándicap de que es un mercado que ya está bastante saturado, porque hay muchos profesionales que trabajan de ello y ofrecen un resultado bastante espectacular. Nosotros debemos centrarnos en conseguir una buena cartera de clientes, aportando no solo profesionalidad y precios competentes, sino también un trato que nos diferencia del resto. Hacer sentir cómodos a los clientes cuando se ponen ante la cámara no es precisamente sencillo, pero si lo conseguimos, nos los ganaremos por completo. Eso y el trabajo diario, ofreciendo siempre lo mejor de nosotros mismos, harán que sigamos creciendo.